La operación, que se espera que se cierre en el primer trimestre de 2024, supone la salida de Vodafone del mercado español tras 20 años de presencia.

 

Según ha explicado Advent en un comunicado, su objetivo es impulsar el crecimiento de Vodafone España y convertirla en un líder en el sector de las telecomunicaciones, aprovechando su amplia red de fibra óptica y su oferta de servicios convergentes. Advent ha asegurado que mantendrá la marca Vodafone y que respetará los derechos laborales de los más de 4000 empleados que tiene la compañía en España.

 

La venta de Vodafone España se enmarca en la estrategia global de Vodafone Group, que busca reducir su deuda y centrarse en los mercados más rentables, como Alemania, Reino Unido o Italia. La multinacional británica ha reconocido que España es un mercado «muy competitivo y regulado», donde ha sufrido una caída constante de ingresos y clientes en los últimos años.

 

La noticia ha causado un gran impacto en el sector, donde se espera que se produzcan más movimientos de consolidación. Los analistas consideran que Advent tendrá que afrontar varios retos para rentabilizar su inversión, como mejorar la calidad del servicio al cliente, aumentar la cuota de mercado y hacer frente a la competencia de otros operadores, como Telefónica, Orange o MásMóvil.